El Olterra, un buque italiano embarrancado en Guadarranque sirvió como escondite para las operaciones que la X Flotilla MAS (Medios de Asalto Submarino) de la Armada italiana desarrolló durante la II Guerra Mundial en aguas de la Bahía de Algeciras. Torpedos tripulados, los «maiali», se dirigían contra la flota británica fondeada en Gibraltar. Al mando de Junio Valerio Borghese, conocido como «El Príncipe Negro» por su filiación fascista, aquella arma fue relativamente eficaz en sus ataques, pero muchos artilleros cayeron en acto de servicio. Aquel episodio sería inmortalizado por Ian Fleming en su novela «Thunderball», llevada al cine dentro de la serie James Bond, en un filme protagonizado por Sean Connery. Pero, ahora, el algecireño David Gutiérrez Torrejón, ha creado a partir de aquella historia y leyenda un juego de rol que ya se comercializa.
«Las innovaciones estratégicas introducidas por los italianos durante el desarrollo de estas operaciones secretas —sin levantar sospechas enemigas— crearon un precedente en la historia de la táctica militar en todo el mundo. De forma sorprendente y anecdótica, estas operaciones sirvieron también de inspiración al séptimo arte para la creación de la película Operación Thunderball (1965), perteneciente a la conocida saga del agente británico 007», confirma el creador de este entretenimiento.

Este suceso, investigado por Alfonso Escuadra, Wayne Jamison y otros autores, se vio rodeado por una apasionante trama de espionaje, de la que formó parte la célebre «Reina de corazones», la agente doble que informó desde esta zona para la inteligencia nazi y para los aliados.
«Operación Olterra es una campaña ambientada en las operaciones realizadas en Gibraltar —en 1942, durante la Segunda Guerra Mundial— por los grupos Gamma y Osa Mayor de la Décima Flotilla MAS (Medios de Asalto Submarino) italiana. Esta aventura ha sido desarrollada tras un arduo proceso de investigación, tanto de las operaciones militares como de los personajes y lugares que aparecen en ella, para dotarla de intensas pinceladas de realidad», se afirma en la presentación de este juego de mesa.

Esta obra es una recreación lúdica de un suceso histórico, afirma su autor: «En ningún momento se pretende hacer apología de ninguna ideología o régimen totalitario. Visualizar este marco histórico desde el lugar más cercano a la acción -los ojos de los propios protagonistas- hace que las distintas situaciones simuladas por los jugadores cobren mayor realismo», afirmó el autor en una entrevista concedida a la Cadena Ser.
«Conocer el pasado nos ayuda a entender el presente; y qué mejor manera de conocer la historia que jugando».